FRASES PARA RECORDAR

Si cree usted que la educación es cara, pruebe con la ignorancia.
(Derek Curtis Bok)


jueves, 26 de febrero de 2015

PRIMER PREMIO (DÍA DE LA TOSTADA DE ARRÓNIZ 2015)

PRIMER PREMIO DE CUENTO INFANTIL

SERGIO MARTÍNEZ ORICAIN

EL REY Y SU ACEITE

Hace muchos años en un palacio de Navarra vivía un rey llamado Sancho el Fuerte, él era un hombre de buen comer, y por eso tenía contratados a los mejores cocineros del país. 

Cada mañana le encantaba almorzar unas tostadas con aceite y jamón, que sus fieles cocineros le preparaban con un pan recién horneado y un aceite traído de lejanas tierras considerado de los mejores del mundo. Un día le comunicaron que había habido una gran sequía en el país de donde procedía el aceite y la cosecha se había echado a perder. Entonces el rey preocupado, pidió mandar una planta para poder plantar sus propios olivos y así tener siempre aceite. El primer año mandó plantar unos 500 olivos distribuidos por toda la zona de Navarra para ver en qué zona crecían más o en dónde traían las olivas más gordas... En la primera cosecha el rey estaba orgullosos de toda la producción que había tenido y de la calidad del aceite que obtuvo. Él probó de todos y cada uno de los aceites que los había separado por las zonas en las que los había plantado y al probar el de la zona de la villa de Arróniz se quedó asombrado, por su sabor y su color dorado como el oro y ya no quiso seguir catando los aceites que le quedaban por probar. Entonces Sancho habló con los vecinos de la villa de Arróniz y les propuso llenar todos sus campos de olivos, él sólo quería a cambio tener aceite todos los días del año para poder almorzar sus deliciosas tostadas que tanto le gustaban. Los aldeanos sin pensárselo dos veces le contestaron que aceptaban el trato, ya que esto les proporcionaba trabajo para los habitantes de la villa y aceite para todos. desde ese día el rey mandó que ese tipo de olivo se llamase "variedad Arróniz". 

Aquella villa se fue haciendo famosa poco a poco gracias a los olivos del rey, y desde entonces muchas familias que no tenían de donde sacar el jornal, tuvieron trabajo por muchos años y aceite para cocinar. Con el tiempo se descubrió que el aceite de oliva de la villa de Arróniz tenía propiedades curativas excepcionales y que se podían hacer muchas cosas con él, como cremas, jabones...

Los vecinos de la villa, después de cada cosecha decidieron hacer una fiesta donde repartían a todo el mundo tostadas con aceite y un vaso de vino. También se vendían muchos productos que los propios vecinos elaboraban con mucho trabajo y cariño y el líquido dorado. Desde entonces ese día el pueblo se llena de gente y de ambiente. 


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